La discriminación por razones de sexo está extendida por todo el mundo, pero hay algunas regiones, especialmente países, en donde la mujer está completamente sometida o es despreciada, como es el caso de la India.
Las costumbres ancestrales llevan a la sociedad de la India no solo a relegar a la mujer sino que incluso a evitar tener hijas, despreciando el género, lo que culmina en el deshacerse de ellas.
Las familias pobres de la India no pueden permitirse tener hijas porque no son productivas para la economía familiar, ya que es el hombre quien sustenta el hogar mediante su trabajo, y es él quién continúa con la dinastía, debido al traspaso generacional de sus apellidos, pero ¿Ocurre lo mismo en la clase media, incluso en las familias millonarias?, sí, no es solo una cuestión de pobres, esto se vuelve a repetir, debiéndose a que la fortuna familiar debe gestionarla el hombre.
Las mujeres son consideradas una carga, es por esto que para un lazo matrimonial la familia de la novia debe pagar una suma de dinero, llamada “la dote” a la familia del novio, la cual generalmente es inalcanzable por la clase social más baja, debido a la gran cifra. Luego de esta unión, cuando una mujer queda embarazada existe la presión de dar a luz a un hijo varón, puesto que de lo contrario la suerte de la bebé no es la misma, siendo quizás despreciada al igual que su madre.
¿Qué consecuencias trae este menosprecio?
Esto trae como consecuencia cientos de abortos. La India ha tenido en el último tiempo un gran acceso a la tecnología, es por esto que desde hace años cuenta con el uso de máquinas especiales para realizar ecografías, las cuales han sido usadas principalmente como una forma de anticiparse al sexo del bebé en gestación, aumentando notablemente los índices de aborto. En 1994 el gobierno Indio prohibió las pruebas de sexo en un intento de evitar que las mujeres abortaran, pero esta medida no logró terminar el problema.
Otras consecuencias son los abandonos de bebés, lo que nos lleva a encontrar cientos de residencias infantiles que albergan en su mayoría a niñas abandonadas. Estos lugares tienen como fin mejorar la calidad de vida de cientos de niños, pero especialmente niñas hindúes mediante la educación, protección y alimentación. Por otra parte aquellas niñas que no tienen la suerte de ser encontradas y llevadas a estos hogares son vendidas por familiares en una especie de mercado negro, donde el único fin es deshacerse de ellas.
Podemos concluir que estos aspectos llevan a la India a poseer un grave desequilibrio en la composición de la sociedad, donde el exceso de hombres y la falta de mujeres está llegando a ser un gran problema, el cual debe ser tratado y remediado lo antes posible.
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